Lo bueno se repite y esta vez de luna de miel. Fue la más gratificante experiencia en mi vida. Describir este lugar en palabras no sería suficiente, es necesario experimentarlo. Un lugar de alto prestigio, comida deliciosa, personas amables y unas habitaciones de ensueño. Gracias Meliá por todas las experiencias, especialmente a Caterine en el counter de servicio al cliente, gracias a ella y su equipo que nos sorprendieron con una hermosa decoración romántica en nuestra habitación. Fue mágico. Fue real. Indiscutiblemente al mejor hotel que he ido.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
- Visitar el sitio web del hotel