Primero comenzaré con los aspectos positivos del hotel: el personal de servicio en todas las áreas (recepción, camaristas, meseros, mantenimiento, entretenimiento, limpieza, etc.) son amables, diligentes, serviciales y siempre tienen una gran sonrisa que aún con el uso de su cubrebocas se percibe.
Otro aspecto positivo es su playa privada.
Lo que no me gustó:
1. Sus medidas de seguridad implementadas por la pandemia en los restaurantes, solamente hay dos restaurantes para todos los huéspedes y en el Blaze las mesas no tienen el metro y medio de distancia solicitados por las autoridades sanitarias y está siempre lleno.
2. Como recomendación sería abrir los otros restaurantes para que los comensales no estén tan juntos y que los restaurantes no estén en su máxima capacidad y como mínimo respeten la distancia de un metro y medio entre mesa y mesa por favor.
3. Los alimentos: tanto los del servicio a la habitación como los del restaurante italiano, dejan mucho que desear, super desabridos, fea presentación, nada que ver con las otras 4 ocasiones que los habíamos visitado y que se había convertido en nuestro hotel favorito.
4. El Jacuzzi de la alberca que está próxima a los elevadores yendo al restaurante asiático, nunca funcionó y les preguntabas a los chicos de mantenimiento y unos decían que ya estaba reportado y otro que ya tenía tiempo sin funcionar.
Ojalá tomen en cuenta mis comentarios sobre todo lo de la sana distancia en sus restaurantes, que abran por lo menos el italiano, Blaze y el de buffet para los 3 turnos de alimentos y que vuelvan a tener la calidad de sus alimentos como antes que una de sus grandes fortalezas aparte de su personal y las instalaciones, era su comida deliciosa.
Hyatt Ziva deseamos que sigas siendo nuestro destino anual favorito...