Desde hace tiempo quería ir y quedé más que fascinada! el lugar es hermoso, la comida deliciosa, la atención excepcional.
Fuimos a desayunar en domingo (llegamos 9:30 y creo que fue el horario ideal ya que apenas había mesas ocupadas… para las 10:30 ya estaba bastante lleno), pedí chocolate caliente y para mi sorpresa me comentaron que no había caliente, se servia tibio! (ya se imaginarán mi cara) sin embargo lo pedí y me sorprendieron ya que te lo preparan en tu mesa y te explican por qué se sirve tibio (pídanlo, no se arrepentirán). Pan de dulce muy rico pero lo mejor fueron los chilaquiles verdes… la salsa está deliciosa!!!! De los mejores chilaquiles que he comido GRACIAS Chef Ricardo Muñoz! Sin duda regresaré muy pronto!!!!
En la parte de arriba tienen varias tiendas que vale la pena recorrer.