Si bien este es un hotel que se presupone de gama alta, no lo es.
Instalaciones: hay detalles tanto en los pasillos como en las habitaciones que denotan un falta de renovación tras es paso de los años: suelos ligeramente desgastados en los pasillos, pequeñas manchas en las cortinas, etc.
Presentación: se hechan en falta detalles que, si bien no son vitales, marcan la diferencia: no había kit de higiene dental, no había botellines de agua, no había calentador de agua, no había sobres de café. En realidad no había nada más allá de los jabones de mano y ducha. En recepción le dirán que se debe a la situación de pandemia, lo cual uno sabrá que no es cierto si viaja con asiduidad: culaquier hotel de gama media o alta proporciona estás cosas, independientemente de la pandemia.
Spa: el hotel no facilita chanclas y o gorro de baño, los cuales el cliente deberá pagar en caso de solicitarlos.
Restauración: uno de los puntos fuertes y que lo salvan. Sin embargo, la bebida no está incluida en las comidas o cenas.
En definitiva, el hotel está un poco machacado y una mayor atención a los pequeños detalles es más que necesaria.