Aloje con un grupo de 16 amigos durante 4 noches en las cabañas. La experiencia fue increíble, desde la atención de sus dueños, Fernando, Diego y Odette quienes nos recibieron y nos atendieron de forma familiar y con cariños. Las cabañas perfectas, la comida deliciosa, el paisaje deja sin aliento, pero por sobre todo, destaco la amabilidad y el ambiente que se vive ahí que es gracias a la familia. Lo mejor de todo, fue que durante 5 días no tuvimos señal de telefonos ni nada y nos pudimos conectar con el lugar y nosotros mismos. Despertar con el ruido de los pájaros, del lago, del viento y ver las estrellas es algo impagable, Volvería mil veces!