El hotel es basico para estar pegados al aeropuerto si bien para llegar a la terminal solo es posible caminando 6 cuadras por una ruta que de noche no es nada segura y hay mucho trafico de los mismos vehículos que van a Gatwick.
El problema es que la empleada que nos atendió en recepción nos quería volver a cobrar la estadía a pesar de que ya estaba prepaga con tarjeta de crédito, se lo explicamos y no nos creía, entonces llamò a otra empleada, una señorita rubia, que era la que ademas manejaba la entrada de gente al restaurante y fue para peor ya que no solo nos decía lo mismo que la otra mujer sino que ademas tenia una manera peyorativa de dirigirse al cliente, muy asquerosa e irrespetuosa.
Como nos enojamos con ella apareció otra señorita que se supone era de mas cargo y después de ponerse en la computadora 2 minutos les explico a las 2 que estaba pago, que nosotros teníamos razón!
Jamas se disculparon ninguna de ellas por el mal momento, no volvería ni loco!

Es un hotel que cumple con la necesidad que se tiene al reservar, estar cerca del aeropuerto, sale un shutfle directo a las dos terminales del aeropuerto pagando una tiquete, este transporte es bastante puntual, así que no se corre el riesgo de perder el vuelo. El personal es bastante amable. Las camas son comodas. Se puede tomar un autobús para ir a Crawley si uno quiere aprovechar para comprar en Primark.

A 5 minutos andando del aeropuerto. Ideal para pasar la noche si, como en nuestro caso, tu vuelo llega tarde y hasta el día siguiente no te desplazas a Londres.
Hotel normalito, como todos los premier inn en los que hemos estado, pero muy buena relación calidad-precio.
La cama de matrimonio grande y cómoda, sin embargo las supletorias para los niños algo pequeñas.
Atención correcta.