He ido con unos familiares previa reserva. La mesa, buena ubicación cumpliendo medidas Covid. Camarera, súper atenta, amable, educada, servicial, rápida sin agobios, eficiente. He preguntado su nombre, Virginia.
Hemos pedido unas cervezas mientras esperábamos a otra persona y nos han puesto almejas al ajillo.Luego,
surtido de pescado, tomate aliñado y cogollos con ajos, de cortesía nos han puesto un patito de arroz, súper bueno.
Todo fresco, bueno, fritura de la mejor que hemos comido nunca, muchas gambas, adobo, boqueroncitos, todo buenísimo.
De postre, tarta de queso para mi gusto, la nata tenía demasiados colores,pero aceptable.
Luego nos han traído unos sorbetes buenísimos y unos bomboncitos helados.
3 personas,hemos salido más que satisfechos. 48 euros, café incluido.
Fantástico precio para la calidad del producto.
No conozco a nadie del restaurante, mi opinión no es interesada.
Por supuesto que volveremos.
Gracias