Pasamos unos dias deliciosos en Zaragoza. La buhardilla esta a los pies de la Plaza del Pilar, en un sitio privilegiado, la limpieza es impoluta y la decoracion muy bonita. Aunque es muy centrica no tiene ningun ruido. La anfitriona estuvo atenta en todo momento a nuestras necesidades y fue amabilisima. Sin duda, repetiremos.