Comida aceptable, aunque pretenciosa. Pésimo servicio. No lo recomiendo, nos fuimos con muy mal sabor de boca por el trato recibido.

Mi experiencia en este bar, deja mucho que desear; ha sido una decepción total.
El viernes por la noche realicé un pedido a las 15:30 horas de al mediodía para las 21:45 horas de la noche; tras varios e-mails de seguimiento de mi pedido a las 22:20 horas todavía no lo habíamos recibido y llamé al número de teléfono que ponía en el e-mail. Tras varias disculpas y hablar con 3 personas distintas a las 22:50 horas recibía el pedido y como muchos os podréis imaginar (menos los encargados), llegaba en unas condiciones lamentables. Los pedidos (una hamburguesa y un bocadillo) fríos y unas patatas imposibles, directas para la basura.
Sinceramente una decepción total el resultado de la cena por su retraso (sin avisar) y su calidad y más aún por la gestión realizada por los encargados del establecimiento ante la situación. El resumen fue una cena que llegó más de 1 hora tarde, que prácticamente no nos pudimos comer y por la que pagamos 25 € incluídos 4,50 € de portes, vamos LAMENTABLE.

Mapi

Fuimos a cenar el 31 de Octubre, con las nuevas medidas de Sanidad han reducido un montón la carta de raciones, lo cual es una pena tremenda porque tenían unas muy interesantes que ya no hay: fondeé de quesos, baba-ganoush, alitas bbq y muchas más; así que habrá que volver cuando todo se relaje.

Por dentro es muy bonito también, una decoración muy acertada para el tipo de restaurante que es. Genial para reuniones con amigos.

Probamos las papas bravas que estaban buenas y bocadillos y bastante ricos y contundentes, lo único a mejorar el ausente sabor a trufa del Bretón.

Un bocata + papas al medio + bebida + botella Lambrusco 12 € por persona. Muy bien el precio. La verdad que el grupo tandem siempre es acierto!!

No pongo 5 estrellas por no probar todas las raciones tan apetecibles que tenían y por la trufa.

Trato genial, nos atendieron muy rápido y la camarera un 10.

Para probar y disfrutar. Recomiendo que si podéis, probéis. Primera vez y lo que he probado esta muy bien. Recomiendo los burritos de pulpo. El vino, garnacha Corona de Aragón, en su cantidad exacta y a la temperatura, perfecta, detalle que muchos restaurantes parece que desconocen.
La Ambar de fábrica. Poco que decir.

He ido un par de veces a comer, y no tengo queja, los platos sabrosos (aunque raciones un poco justas de tamaño) y atención aceptable.
Hace poco fui por la tarde a tomar algo y no me gusto en absoluto, música muy alta, cambios constantes de temperatura y servicio mediocre.
Pedí una ración de tarta, en la carta viene acompañada de bola de helado, pero según el camarero al estar la cocina cerrada no podían ponerla, eso sí, la cobraron, a pesar de mis quejas, como si viniera con helado.