Nos hemos hospedado 2 noches en el parador de la gomera, el edificio es precioso y tranquilo con un lugar privilegiado, unos jardines para pasear y vistas al mar, el problema, si viajas con mascota solo te permite usar un tipo de habitación, Debe ser la más antigua del edificio, sin restaurar, olor fuerte a humedad, paredes con mo y humedad, camas separadas y pobre decoración en la habitación, además de baño para personas con discapacidad por lo que el vater también es bastante incómodo para quien no necesita este tipo de dispositivos.
Se supone que tienes una terraza, pero no está cerrada por lo que llevando una mascota es un peligro que se escape por todos los jardines, además quisimos pedir el servicio de habitaciones para la cena, y aprovechar dicho jardín, pero no tienen ni si quiera luz en estas habitaciones para poder disfrutar del jardín de noche (no lo sabían, me decían que encendiese la luz de fuera que era inexistente, posteriormente se disculparon), evidentemente las otras habitaciones si tienen dicha luz.
Una pena, repetiría seguro, pero nunca en esta habitación, ojalá poder optar a cualquier otra.
Mi dinero llevando una mascota vale exactamente igual que el de otra persona que no la lleve, no entiendo porque sólo puedo tener opción a la peor estancia del hotel. Una pena para un parador de 4*