Ésta ha sido mi segunda vez en este hotel en unos meses. Sigo teniendo una opinión positiva en general y, aunque yo no llevaba coche, entiendo que es muy interesante para aquellos viajeros que se desplazan en coche de alquiler o propio. Tiene parking al aire libre techado y también subterráneo. El primero parece gratis, aunque no lo pregunté. Su localización permite igualmente aparcar en la calle sin ninguna dificultad. Después de explorar minuciosamente distintas agencias online así como la ciudad in situ, puedo asegurar que otros hoteles inmersos en el casco antiguo presentan problemas de aparcamiento y te "obligan" a abonar parking propio. Por su parte, tampoco encuentro ningún encanto escogiendo uno de los hoteles situados en la zona moderna de la ciudad. En este caso, el San Antonio el Real, emplazado en un atractivo edificio histórico, se ubica justo al lado del extremo que da origen al acueducto. Un paseo de 15 minutos te coloca en el centro histórico. Si viajas en AVE, un autubús desde la estación te coloca casi delante del hotel en 9 minutos exactos (2ª parada). Respecto a la calidad de servicios y otros aspectos a reseñar, comentar que el personal es amable, sin grandes pretensiones. Las instalaciones están bien mantenidas y bien decoradas, mezclando un estilo seudomedernista en su contenido (mobiliario y complementos) dentro de un continente (construcción) de estilo rústico. Las habitaciones standard tienen un aspecto normalito para un 4 estrellas. Los precios del minibar, como es usual en estos establecimientos, son astronómicos (2,50€ una pequeña botella de agua mineral, por ejemplo. Venderían y ganarían más si fuesen menos ambiciosos, comentario extrapolable a la inmensa mayoría de establecimientos hoteleros). Las alfombras de la habitación necesitan un repaso de limpieza. Sobre las camas colocan dos grandes cojines que los huéspedes usamos para reposar la cabeza mientras vemos la tele tumbados en la cama. Estoy convencido de que sus fundas no se lavan con la debida frecuencia porque en ambas estancias me han olido a humanidad. El televisor es pequeño. Se echa de menos una pantalla mayor. Los aménitis en el baño son escasos, tanto que sólo colocan 1 pequeño botito de champú y otro de gel para dos personas. No obstante, lo reporté a la camarera de pisos y amablemente nos puso doble provisión. Por lo demás, la limpieza de la habitación es adecuada. Hay un gimnasio que no llegué a visitar. El wifi, gratuito, llega muy bien a las habitaciones. El desayuno es de calidad, si bien la variedad me resulta relativamente discutible para un hotel cuyas tarifas habituales rondan los ochenta y tantos euros por noche con desayuno. La web oficial del hotel no ofrece mejores precios que otras páginas intermediarias. Muchoviaje.com y destnia.com son las agencias donde mejor tarifa he encontrado para este hotel. No conozco la calidad del afamado restaurante que comparte instalaciones con este hotel y cuyo nombre coincide con éste, pero ocupa una extraordinaria posición por las valoraciones de tripadvisor y ofrece interesantes menús por 25 euros/persona. Asimismo, aprovecho para recomendar otro restaurante muy próximo a la catedral denominado "El Fogón Sefardí". Tiene platos y menús para todos los bolsillos (desde 11,90€ por un digno menú económico para viajeros de presupuesto justito hasta elecciones más pretenciosas que cuadruplican este precio). Su arte gastronómico bien merece una visita. Son muy profesionales.