Entrañable por ser uno de los pioneros de la cocina japonesa en Barcelona y por haber optado y sabido mantenerse en un nivel de excelencia tan elevado. Una oferta variada y honesta que, sin ser alta gastronomía (no lo pretende) ni apostar por la fusión ni nada parecido, es puro sabor de Japón. Con sencillez y honestidad, a partir de una oferta tradicional y representativa..
Hay que decir y destacar que han mejorado mucho con el sushi (recordemos que su especialidad son las tempuras). Pedí tres nigiris (toro, unagi y hotate) que resultaron ser magníficos, de un gran nivel. El calamar en sashimi, tierno y delicioso.
Y las tempuras pues... impecables.
Muy buenos postres: un tiramisú de té verde (con un fondo de azuki) y un mochi de té verde igualmente exquisito, de buen tamaño y textura.
Finalmente, una buena carta de vinos, con una selección muy adecuada y variada (y buenos precios) y un servicio atento y agradable, hacen de Tempura-ya un imprescindible en BCN para los amantes de la gastronomía nipona.
Un lugar al que volver siempre. Infalible.