Es una chocolatería de toda la vida, muy bonita, incluso las mesas que han puesto en la calle con sus estufas están bastante bien porque es un callejón muy bonito, pero el chocolate no es nada del otro mundo

Lugar emblemático en el centro de Madrid al que hay que asistir. Terraza agradable y confortable con sus estufas en invierno. Buena organización.

Esta antigua chocolatería está en casi todas las guías y se acude a ella porque "hay que ir". Pero en el mismo barrio, en el que vivo, hay al menos dos chocolaterías mejores, más baratas, aunque con menos fama. Los churros salen a veces muy pálidos y casi sin gusto. Como va tanta gente casi siempre hay que hacer cola.

Siempre es un lugar agradable donde tomar esos clásicos churros con chocolate.

Trato agradable por parte de los empleados y ubicado en pleno corazón de Madrid.

Suele estar muy concurrida. Las mesas en la terraza estaba un poco pegadas para mi gusto. El chocolate muy bueno, con 6 churros, a 4,50 euros. Bien de precio. Lo que me pareció caro fueron todos los cafés, a 2 euros.