Local muy bien decorado pero con peros muy graves para tener éxito :
1- Frío muy desagradable presente durante toda la comida : comprendemos la ventilación en tiempos de covid , pero comer con el abrigo puesto ha de llevar a deducir que el sitio necesita un foco de calor adicional al simple aparato de “frío-calor” que se maneja . Si os aventuráis , elegid la parte delantera , en la trasera la experiencia ya es mortal ( cuidado con los baños .. la temperatura baja más )
2- Fuera de carta :
Cuando hicimos la petición de comida, el camarero amablemente nos ofreció una sopa de cebolla INDIVIDUAL para cada una . No pongo en duda la exquisita elaboración, ni lo laborioso que supone ... pero NUNCA a en mi vida he pagado por una sopa 10€ por persona ( unido a que a ninguna de nosotras nos gustó y tuvimos que rebajarla con agua)
Consideramos que si , en un restaurante de plató medio 12€ aprox ( raccion a compartir ) , algo se sale tan de madre , debería existir la obligación del camarero de avisarlo . No se nos informó de precios , solo al ver que de una cuenta de 122€ - 50€ eran sopas de cebolla. Innegociable .
La jefa de sala no nos dio solución , argumentando exclusivamente que teníamos que pagar la cuenta y que aquello era todo.
Detalles muy desagradables que rompen una comida planeada con la máxima ilusión .
De los errores se aprende , nosotras difícilmente repetiremos experiencia en la Nobia .
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