Vaya por delante que he ido dos veces al situado en la Calle Atocha y la atención ha sido siempre excelente, prueba de ellos es la reseña que dejé. En cuanto a este:
- El local distaba de cumplir las limitaciones de aforo estando a más del 50%, a lo que se suma que no tiene ventanas, al ser un sótano y la puerta de entrada se abría sólo cuando pasaba alguien. Espero que la ventilación que tiene fuera de las mejores del mercado.
- La música muy alta, demasiado, hasta que llegó alguien a comer que parecía ser un gerente y/o socio y la bajó personalmente.
- En cuanto a la atención normal, tirando a mal, sobre todo por la camarera que nos atendió. Tardaron en servirnos un segundo plato 20 minutos, hasta que lo reclamamos a otro camarero distinto, sino allí seguimos esperando. A su favor decir que este camarero nos pidió disculpas dos veces, así como el que parecía el jefe de sala. Pero posteriormente le pedimos a dicha camarera dos cafés y la cuenta porque teníamos prisa, y se la tuve que reclamar una segunda vez porque no nos la traían.
- En cuanto a la comida sí, muy bien, igual que en el otro restaurante que había visitado, pero el resto de situaciones descritas ensombrecen lo demás, sobre todo el tema del aforo, que me parece lamentable que en la situación por la que estamos pasando no se respete.