Espectacular hotel, muy bonito con un estilo muy minimalista, su alberca en la azotea tiene una hermosa vista de madrid. Bueno su restaurantes probamos el Mexicano Para desayunar y muy rico tuvimos un pequeño detalle con una puerta que fue resuelto de forma pronta y de una excelente manera. Se ve que es un hotel muy nuevo y aún hay aprendizajes por tener. Mi único consejo. En todos los hoteles de lujo los pequeños detalles cuentan ejemplo. Si les mencionan que celebras alguna ocasión especial aniversario, cumpleaños etc algún detalle por pequeño que sea cuenta mucho y deja al cliente muy agradecido. Súper atentos en front desk y concierge así como bell boy. Felicidades.

Me alojé con mi pareja y fue una experiencia inolvidable. Un trato personalizado por el personal del hotel, siempre atentos a todos los detalles haciendo la experiencia única. Recomiendo especialmente el restaurante de la azotea “Oroya” y el relajante SPA.