Gratamente sorprendidos. Por ser un lugar muy turístico generalmente son malos. Pero esta vez todo bueno. Desde la tapa de entrada (paella básica pero rica) y los huevos rotos con jamón de primera. El mozo muy atareado pero correcto. Se recomienda.

No puedo opinar de la comida porque no llegamos a probarla. Nos tuvimos que largar de allí después de unos quince minutos sentados en la mesa, y siendo invisibles para los camareros.

Estuve con unos amigos merendando y me pareció un sitio que hay que visitar. Tiene encanto y el servicio muy rápido. Estuvimos sentados dentro, ya que ayer hacía un poco de fresco, pero la terraza tiene muy buena pinta. Recomendaría tomarse un café allí.

Situado en plena plaza de Ramales, este café es de los que tienen solera en la capital. Un lugar agradable para tomar un aperitivo, un refresco, un café. El servicio correcto.

Atención pésima después de esperar 20 minutos teniendo q suplicar q nos atendiesen pedimos 3 cervezas, una tostada y las otras 2 normales.
Pues nos ponen 2 sin alcohol ( pedimos normales) y otras 2 normales ( solo faltaba una).
Muy malas caras cuando dijimos q las habíamos pedido normales.
Nos dejaron el trapo de fregar en la mesa.
Precio carísimo.