Fui por trabajo y elegí este hotel por su cercanía al centro, ya que se puede ir andando y tardas 5 minutos.
El trato desde el primer momento fue magnífico, llegue un poco antes de la hora acordada y la habitación estaba lista.
Durante los días de estancia me hicieron sentir como en casa, ya que la habitación estaba muy limpia cada vez que volvía y los trabajadores del hotel eran muy agradables, siempre preguntando si necesitaba alguna cosa o si estaba cómodo en la habitación. Mencion especial a Fulgen, la recepcionista, que es una persona atenta y cercana.
Lo dicho, me hicieron sentir como en casa, repetiré sin duda.