La experiencia fue muy inaceptable. No lo recomendaría ni a mi peor enemigo. Nos dieron las instrucciones via email, consistía simplemente en poner un código en una pantalla digital para acceder al edificio. El código no funcionó y la puerta se bloqueó, sin más. Nadie nos cogió el teléfono esa noche, nadie nos echó una mano. Gracias a esta gente a punto estuve de dormir en la calle mi primera noche en Roma. Lo más inaceptable y vergonzoso que he visto en mi vida, verme en la calle y sin contestarme nadie al teléfono fue una experiencia inolvidable la verdad. Ojalá nadie se encuentre en semejante situación, y para ello simplemente lo que tenéis que hacer es NO alojaros ahí, os ahorraréis un buen disgusto, a nosotros nos estropearon las vacaciones en Roma. Más