Primero, Moxy es una pasada de instalación, moderno y con muy buen gusto, es una gozada visual, sin duda su gran y casi único baluarte.
En el lado negativo, empezando por su ubicación, con transporte público se tarda unos 30 minutos desde el hotel al centro de Amsterdam, el personal está entre ausente y poco cordinado, apenas informan de nada y en un par de ocasiones, dando información contradictoria, el desayuno no está a la altura de las expectativas, el fiambre, por ejemplo, tenía aspecto de ser el mismo todos los días, por su sequedad.
En definitiva, bastante mala relación calidad-precio, no volvería a un moxy más que a visitarlo, a nada más.Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante