Me alojé en el B&B De Kiezel en viaje de trabajo y fue un acierto. Es un pequeño alojamiento muy bonito, de esos a los que da gusto llegar después del trabajo, tranquilo, muy cuidado y el trato familiar. Es como estar en un chalet con habitaciones amplias y mucha terraza. El desayuno OK y el personal muy atento, gracias Sandra. La ubicación es buena, al lado del Nipon Golf Course de Hasselt y de Kinepolis, para ir a pie dando un corto paseo. Lo recomiendo a cualquier viajero, de negocios o con la familia. Seguro que volveré ;-)