Hemos pasado fin de año en Caserío Lo Bulle y la experiencia ha sido inmejorable. El dueño Jorge es muy agradable y atento, y la casa, aparte de ser muy bonita, es muy confortable. Todas las estancias son amplias y esta muy bien acondicionada: calefacción en todas las habitaciones, comedor y pasillos, wifi gratis, chimenea con leña, camas grandes muy comodas con nórdicos, toallas, juegos de mesa, menaje completo de cocina, horno y nevera grandes, mosquiteras, piscina... Sin duda volveremos!
Hemos estado varias veces y es un sitio fantástico. Alejado del ruido y al mismo tiempo cerca del pueblo por si necesitas una compra de última hora.
El salón es muy espacioso y se puede montar un buen jolgorio. Los dormitorios son bastante espaciosos y la casa está limpia y equipada con todo lo que puedas imaginar (incluso wifi). Eso sí, hay que ser un valiente para meterse en la piscina, pues el agua en abril no puede estar más fría porque se congelaría. ;-)