Hermoso lugar, hermosa vista, muy bien acondicionado, excelente la combinacion del rustico y el vintage. Menú de poca variedad y muy caro y dan boleta sin RUC . Desconocimiento en el uso de las copas.se esfuerzan para brindar una atención servicial y la propina se logra con un buen servicio, no haciendose el olvidadizo en traer el cambio. En fin...fui una vez, dudo que vuelva.

Un lugar muy creativo, con una decoracion estupenda. Cocina variada, y tragos. Vale la pena ir. Los salones del comedor son vagones de tren reciclados con muy buen gusto.

El lugar es muy lindo.
La atención bastante mala. Tienen un menú (con cuatro opciones) que te explica el mozo cuando te atiende. Tiene “entrada”, plato y postre, y bebida. La bebida puede ser un refresco de medio litro o un agua saborizada Para dos personas. Si queres agua, es de la canilla y te la cobran.
La entrada es un pan con mayonesa. Los platos se les terminan, y el mozo decide que queres comer. Uno de los platos tenía un pelo.
El postre se les terminó antes de que nos tocara a nosotros. En lugar de eso nos ofrecieron un alfajor.
La verdad es que es excesivamente caro para lo que ofrecen. Es una lástima porque el lugar es espectacular.

La comida es excelente aunque es caro y el servicio es muy bueno dependiendo de quien te atienda. No nos ofrecieron todas las opciones y algunos platos no quedaban

Es un lugar único, con una vista increíble. Está muy bien ambientado, con vagones de tren modificados y mobiliario muy vintage. Muy cuidados los detalles.
Fuimos a merendar y realmente fue muy disfrutable.
Muy recomendable la selección de té con distintas combinaciones de hierbas que se pueden elegir.