La Gringa es preciosa y el lugar es increíble. La casa tiene ambientes inmensos con vista al campo y al brazo del río que bordea el terreno. Duermen 12 super cómodos y está muy bien equipada. El hogar a leña es una belleza. Fuimos en familia y los más chiquitos no se querían volver. Muy recomendable.
La casa es hermosa, y las vistas son inmejorables. Observar el atardecer desde la pileta, la terraza o incluso desde el living, es mágico. La paz que transmite la naturaleza que rodea a La Gringa reconforta el alma. Los propietarios son un amor, construyeron su casa con mucha pasión, y eso se nota en cada detalle. Realmente es increíble!