El restaurant de este hotel 5 estrellas de montaña tiene la peor atención posible. Está atendida por varios jóvenes, que tienen buena voluntad, pero no saben nada de atender y están siempre sobrepasados. La espera entre parto y plato es larguísima, tanto asi que el almuerzo y la cena del ultimo dia - solo estuvimos dos noches, por suerte - simplemente no llegó nunca el plato de fondo. La calidad de los alimentos muy regular. Pero sobretodo la atención es terrible. El problema no es de los muchachos que atienden sino claramente de la gerencia. Muchísimos clientes se han quejado de los mismos pero aparentemente no se toman cartas en el asunto. la gerente no hace nada por mejorar o por enseñarles un mínimo de reglas a los mozos. Y la cocina parece estar totalmente sobrepasada. Por ultimo, pero no menos sorprendente, en la repleción, al llegar nos consultaron amablemente si había algo que no consumíamos, lo cual fue anotado meticulosamente en un papel. mencionamos que mi señora no consumía carnes rojas. ara nuestra sorpresa, 30 min después, era el almuerzo, le sirven un pequeño filete , sobrecocido por lo demás!! Increíble.