Cuando leía en Tripadvisor que todas las opiniones era “excelente “ me preguntaba si eso sería real.
Si, lo es! Agrego otra más, con mucho gusto.
Pasamos (lamentablemente) solo una tarde y noche ahí, camino a San Pedro, pero nos sentimos como en casa.
Coca y Marco nos recibieron con el cariño de viejos amigos, a pesar de que recién nos conocimos. Camino a la cabaña, hecho de costra de sal y amoblado y decorado en armonía con el ambiente, con gusto y cariño, nos explica como un Lodge puede funcionar en pleno desierto sin impacto negativo para la naturaleza que la rodea.
Seguimos la charla amena en la sombra de un viejo Tamarugo, donde más tarde gozamos la cena, preparada en un horno solar.
El día termina con una copita de vino bajo un cielo estrellado, como solo se puede ver en el desierto de Atacama.
No hay TV, pero para los que no pueden estar desconectado del cordón umbilical del internet - hay conexión de wifi.
Nos despedimos la mañana siguiente , después de un rico desayuno en la carpa (mismo estilo safari) que nos protegió del aire fresco de la mañana, muy contentos de haber encontrado este pequeño paraíso.
Volveremos apenas se presente la oportunidad.
Muchas gracias, Coca y Marco.