Al fin tuve la oportunidad de conocer una Viña denominada Boutique, muy personal, pequeña, producción limitada y unos vinos muy agradables. Se especializan en ensamblajes tintos.
Si a lo anterior, le sumas que el "tour" (cortísimo) te lo hace una persona que realmente le gusta lo que hace y trabaja en ello, tienes todo asegurado. Visitar la sala de barricas y conocer la prensa donde extraen los jugos (prensa manual) te hace valorar aún más este trabajo. La cata fue excelente, muy buenos acompañamientos para los vinos, donde en lo personal destaco el Casa Magnolio 2015 (base Syrah) y el Cauquenes, bastante mas fuerte. Ah y también tienen sus propios espumantes, no te decepcionarán.
La historia de la Casona Patronal te gustará, estaba totalmente abandonada y fue muy bien restaurada.
Es para volver. Antonio Vidal fue un muy buen guía.