Fuimos al hotel el fin de semana en busca de desconectarnos de Santiago y nos encontramos con una experiencia y un lugar maravilloso, no solo logramos el descanso que buscábamos si no que disfrutamos de cada momento vivido allí, gastronomía exquisita, actividades para niños y adultos, spa, música en vivo, cata de vino, y por sobre todo con un personal increíble, todos muy amables y preocupados de cada detalle. Recomendable 100%, es nuestro nuevo lugar favorito.

Solo un detalle, faltó aire acondicionado en la habitación. Y mejorar la filtración acústica de las puertas en las habitaciones ya que se filtra el ruido de los pasillos. Ademas de filtración de luz en la zona inferior de la puerta. Las ventanas termo panel funcionan muy bien para el exterior. También existió una filtración en la ducha del hotel ya que esta a nivel del piso por lo que se tuvo que sacrificar una toalla (aunque estos problemas son comunes en muchos hoteles con este tipo de duchas). El servicio al cliente del personal es excelente. Las instalaciones mezclan perfectamente lo clásico antiguo con lo moderno por lo que el arquitecto debe ser de renombre. También destacar al paisajística o jardinero que mantiene unas excelentes podas.

El hotel, instalaciones y el trato son espectaculares, pero el precio del restaurante es ridículamente caro, siendo la única opción, mi recomendación es que vengan con paquete completo…. Para no empañar lo grato del lugar, ambiente, infraestructura y personas que te atienden