Hotel ubicado en la precordillera de la zona central en una maravilloso entorno, a una hora de santiago.
Instalaciones muy bien cuidadas, enormes jardines, comodísimas habitaciones, actividades para toda la familia.
Lo UNICO que me decepcionó fue la carta del restaurante, es muy acotada y los sabores de los platos no son lo que uno esperaría.
Sin duda creo que se cae en la elección de los platos que ofrece en la carta porque el servicio de desayuno estuvo exquisito, es tipo buffet super variado, con productos de primer nivel y una tremenda atención.
Y el sábado en la noche uno puede optar, en lugar de la carta, a un asado con buffet de ensaladas, que también me pareció excelente, nos es barato pero si que valió la pena. Muy sabroso todo lo que ofrecen ahí.