La experiencia de pasar el día en medio de animales y naturaleza con cultivos sostenibles y técnicas biológicas es muy especial, sumado a detalles y construcciones en tierra, biofilicas y bioclimáticas con algunos techos verdes hacen de este lugar una visita muy especial.

Juegos y lugares de interacción para los niños con varios senderos de recorridos ecológicos y hasta un lago permiten recomendar este lugar a ojo cerrado.

Los tanques de piscicultura podrían tener algunas fichas explicativas como si las tienen las plantas y demás.

Utilice ropa y zapatos de campo, sombrero y repelente para insectos es recomendado. No tenga miedo de untarse de naturaleza. El acceso puede ser complicado para carros bajitos si ha llovido, de lo contrario prácticamente cualquier carro puede llegar.

Está muy cerca del salto del duende.

Lo único que llegó a recomiendo es la sazón de los alimentos. Tiene potencial de mejora y a pocos minutos hay buenas opciones para almorzar con el mismo dinero, así puede organizar su día.

Visitamos la huerta en la semana de receso de Octubre de 2016, con tres niños de 4, 8 y 12 años.

Está ubicada en la finca Santa Rita, vereda el duende, municipio de Piedecuesta (Santander), en la mesa de los santos, a unos kilómetros de la carretera principal que lleva al municipio de santos. De la carretera principal a la huerta se toma unos 20 a 25 minutos por una carretera destapada que puede tomar cualquier vehículo, pues está en buen estado.

Visitamos la huerta un día de semana y fue muy bueno porque no había casi gente, recorrimos la huerta en unas dos horas y media y los niños lo disfrutaron mucho.

La idea de la huerta es ser ecologicamente auto-sostenible, gracias a esto tienen aulgunos productos que venden a los visitantes como flor de jamaica, cúrcuma, etc, que se producen sin insecticidas ni fertilizantes químicos.

Lo que visitamos fue el zoologico que esta ubicado en una zona específica de la finca, con animales como gansos, patos, avestruces, animales de corral, peces, etc. Además tiene servicio de restaurante (con comida típica de la región, bebidas y postres), hay un parque infantil, una tienda con sus productos.

Al ingreso una persona nos entregó un mapa para facilitarnos el recorrido, compramos algo de comida para alimentas animales y unos teteros para los cabros. Durante el recorrido los niños alimentaron los patos y gansos que están en su estanque, los avestruces y algunas aves de corral. Los cabros están en un área especial y solo fue necesario llamarlos para que acercaran a tomar de los teteros.

Alcanzamos a ver una familia que estaba pescando en un estanque, nos imaginamos que es otro servicio que se presta en la granja.

El lugar está muy bien ambientado, con elementos propios de la región, es bastante pintoresco, las vistas son muy bonitas y es un lugar para las personas que les gusta el contacto con la naturaleza, es muy tranquilo y agradable.

ase una tarde haciendo el recorrido por la granja y me gusto, dimos de comer a algunos de ellos, avestruces, llamas, ovejas entre otros estos mantenidos a mi parecer en unas condiciones aceptables...... el Mapache la verdad si da tristeza, los dueños deberían o reubicarlo en un mejor lugar o darle un manejo mejor, no les hace falta para tener un lugar atractivo.... la vista del atardecer del algo es algo muy pintoresco..