Esta casa rural te hará que desconectes rápidamente de tu día a día. Desde el primer momento que entras en la cueva es como si se parara el reloj. Todo invita a la paz, el sosiego y el disfrute relajado..
Perfecta para unos días con amigos o familias con niños.
Dormir en el interior de una cueva no es algo que ofrezcan muchos alojamientos rurales y, a los niños, les encantó.
La piscina, la zona chillout, el solárium, la barbacoa, la pista de básquet, el ping-pong, etc. La casa ofrece mucho más de lo que pudimos disfrutar en un fin de semana.
No sólo la casa, también los propietarios, Ana y Luis, hicieron que esté escribiendo esta opinión. Nos trataron de maravilla
Volveremos.
Hemos pasado un fin de semana fantástico en la casa cueva. A la casa no le falta de nada y tiene todos los detalles muy cuidados , es una casa que sorprende. La zona exterior era como estar en un "resort" , incluida una barra de bar con tirador al lado de la barbacoa. Un ambiente fantástico para estar con los amigos.
Los propietarios ( Luis y Ana) nos han dado un trato exquisito y han estado muy atentos durante nuestra estancia. Muy recomendable , repetiremos seguro
La visita a esta casa emociona desde el primer minuto. La decoración y las comodidades transmiten fielmente el amor de los propietarios, por los viajes, la cultura y la gastronomía. No falta detalle para el disfrute continuo y para pasar unos días en completo relax y desconexión del mundo.
La cancha de basquet, la mesa de ping pong y la piscina la hace ideal también para los más pequeños.
Es amplia, cómoda, se duerme de maravilla...
La terraza de arriba es estupenda para las barbacoas y fiestas nocturnas.
La hemos disfrutado al máximo, gracias también a la atención de los propietarios, Luis y Ana, que nos trataron como a su propia familia.
Recomendamos el cordero, el queso y el vino de la zona.
Volveremos!!!
El amor y el buen gusto se encuentran en cada rincón de esta maravillosa casa. No le falta detalle. Deseando volver.