Nosotros fuimos pensando que este lugar es un B&B, pero al conocerlo, creo que va mucho, pero mucho mas allá de ello. Este sitio está por encima de los que conocí en otras ciudades de Europa. Es un encanto. Jan, el propietario, se convirtió en un amigo. Su atención hizo la diferencia, es lo que a nosotros nos hace volver, viajar miles de kuilómetros, sólo por volver. Nos hizo pensar (y se lo dijimos) que este lugar merece 6 puntos (el máximo según tripadvisor es 5). Jan se interesó mucho por asesorarnos acerca de qué cosas ver, qué valía la pena, cómo llegar, etc. Nos facilitó diariamente los boletos necesarios para movernos en tranvía y en metro, incluso para el regreso al aeropuerto cuando nos fuimos. Sus desayunos fueron también los mejores. Por ejemplo, al saber que nos gustan más los desayunos salados, pues arregló un exquisito desayuno con tortillas de huevo, con especias muy ricas, panes, etc. La ubicación no fué una molestia para nosotros, todo lo contrario, nos encantó sentir por un poquito que éramos parte de esta HERMOSA ciudad que es Praga, caminar por Branik nos encantó, de hecho llegamos un domingo y había incluso una fiesta local en las calles muy cercanas a la residencia, las familias locales hacían comidas en la calle, y vendían algunas curiosidades, los niños jugando. cosas típicas. En Praga, quienes no se dedican al turismo, no hablan inglés, que es la...Nosotros fuimos pensando que este lugar es un B&B, pero al conocerlo, creo que va mucho, pero mucho mas allá de ello. Este sitio está por encima de los que conocí en otras ciudades de Europa. Es un encanto. Jan, el propietario, se convirtió en un amigo. Su atención hizo la diferencia, es lo que a nosotros nos hace volver, viajar miles de kuilómetros, sólo por volver. Nos hizo pensar (y se lo dijimos) que este lugar merece 6 puntos (el máximo según tripadvisor es 5). Jan se interesó mucho por asesorarnos acerca de qué cosas ver, qué valía la pena, cómo llegar, etc. Nos facilitó diariamente los boletos necesarios para movernos en tranvía y en metro, incluso para el regreso al aeropuerto cuando nos fuimos. Sus desayunos fueron también los mejores. Por ejemplo, al saber que nos gustan más los desayunos salados, pues arregló un exquisito desayuno con tortillas de huevo, con especias muy ricas, panes, etc. La ubicación no fué una molestia para nosotros, todo lo contrario, nos encantó sentir por un poquito que éramos parte de esta HERMOSA ciudad que es Praga, caminar por Branik nos encantó, de hecho llegamos un domingo y había incluso una fiesta local en las calles muy cercanas a la residencia, las familias locales hacían comidas en la calle, y vendían algunas curiosidades, los niños jugando. cosas típicas. En Praga, quienes no se dedican al turismo, no hablan inglés, que es la lengua en la que podemos entendernos nosotros, pero igual son muy amigables, y entre el público, siempre aparece alguien que te apoya con mucho o poco inglés.
Las instalaciones de la residencia son absolutamente pulcras, la habitación es ordenada, espaciosa, con un baño amplio y confortable. Le deseamos todo lo mejor a esta familia que seguramente trabaja muy duro por tener un lugar excelente como este. Saludos Jan (de parte de GIancarlo y Odette, de Venezuela)Más
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