El hotel está ubicado en una muy linda zona de Liubliana, muy cerca del centro y de los lugares de interés.
Llegamos un día con una nevada importante (muy mojados y con mucho frío), y nuestro arribo fue bastante antes de la hora de check in permitida. A pesar de eso, nos permitieron tomar un desayuno caliente -sin costo-, y nos prepararon el cuarto rápidamente. Solamente por eso podría valorar nuestra estancia como "excelente". Pero hubo más: al salir nos dieron información de la zona y cómo llegar a los lugares más importantes, y -como seguía nevando-, nos dieron paraguas para que pudiéramos movernos tranquilamente por la ciudad.
No solamente la atención fue excelente, sino que el hotel se encontraba muy limpio, ordenado y el descanso fue muy agradable, ya que el cuarto que nos tocó -en el segundo piso, con una hermosa vista a la calle-, era muy silencioso y acogedor.
Hizo mucho frío en la ciudad, pero la calefacción del hotel era excelente. También cabe destacar el funcionamiento del WiFi que anduvo en forma impecable.
Por último -pero no menos importante-, dos cosas a destacar: el desayuno era muy nutritivo y variado, y la atención del personal fue totalmente agradable y profesional.
Volvería a este hotel sin dudarlo.