Es un hotel que lo tiene todo. Es magnífico. Está ubicado en el puro centro de la ciudad Liubliana, capital de Eslovenia. Preciosa ciudad y precioso hotel.
Se descansa maravillosamente porque no hay ningún ruido y las camas son grandes y muy cómodas.
El baño fantástico también.
El desayuno increíble con muchísima variedad y todo muy rico.
El personal atento, profesional y todos muy amables.
El teatro que hay en el interior es una maravilla y lo organizan todo fantásticamente.
Lo recomiendo sin duda.