Este hotel es un 4 estrellas situado en la parte antigua de Riga. La ubicación es buena y el hotel es bonito y cómodo, pero una serie de cosas que pasaron harán que no vuelva a este hotel.
1. Fuimos tres personas, nos recogió el tranfer del hotel en el aeropuerto. Las únicas palabras que pronunció el conductor fueron: Me pagas? Ni hola, ni buenos días y, por supuesto ni llevar las maletas a pesar de viajar en el grupo una señora mayor. Nos dejó tiradas en la puerta y no fue ni capaz de ayudarnos a subir los escalones hasta la recepción.
2. En la recepción fue peor. Ni buenos días, que si pagamos el tranfer otra vez, cuando quedé con el hotel que iría en la cuenta final, lo tengo por escrito, por correo electrónico.
3. La señorita que está por la mañana en recepción es difícil de describir: arisca, borde, maleducada e irrespetuosa son algunos de los adjetivos que la describen a la perfección. No te saluda, no dice buenos días, pasa de los clientes como de la mierda y encima sí que quejas se ríe en tu cara. Tener una persona así de cara al público me hace pensar que realmente les da igual cómo se sientan los huéspedes en el hotel. Nunca me encontré algo parecido.
4 reservamos tres Junior suite, las habitaciones bonitas, correctas, un poco anticuadas pero con sabor. Lo alucinante es que estando a 4 grados en la calle tuvieran la calefacción apagada. Lo lógico es que con ese frío, se encendiera el día de antes, que al entrar te diera calidez y te sintieras como en casa, pero en fin, te aguantas, enciendes tú los radiadores y cuando te vas a marchar, igual la habitación está agradable, siempre que estés más de dos noches, si no, no da tiempo.
5. Si te toca en los pisos superiores hace más frío todavía, decidí que dormir en la nevera no era lo mío y tuve que bajar a que me cambiaran de habitación.
6. Otra vez a "charlar" con la borde, es un decir, claro, ya que ladra más que hablar. Además lo suyo será el letón por que su inglés deja mucho que desear. Al final me ofrece una habitación standard en la cuarta planta, más frío todavía, dice que no hay más. Al final soy yo la que me pongo en mi sitio y por arte de magia saca una llave de una habitación del segundo piso, Por supuesto sin la calefacción encendida pero se calentó antes al ser más pequeña.
7. A la mañana siguiente salimos a las 10:30 para recorrer la ciudad, volvimos a las 16:30 y....sorpresa, la habitación sin limpiar, en un hotel de 4 estrellas, increíble. Tuve que bajar a hablar con " mi amiga", la que ladra, me dice que siguen limpiando y que la gente deja las habitaciones a las 14:00. Encima mentirosa ya que claramente en la reserva te pone a las 12:00. Pero, no sólo eso, si yo continúo en el hotel, lo lógico es limpiar primero las habitaciones de los huéspedes que se quedan y las otras a partir de las 12:00. A mí ni a las 16, ni a las 17, ni a las 20. Llegué del ballet y la habitación sin hacer. Ni una disculpa, ni nada. Solo se rió, de verdad, en mi cara. Así es la chica que tienen en recepción en este hotel de 4 estrellas de Riga. Increíble.
8. Los chicos del turno de tarde mucho más amables, también hay que decirlo. Nos ayudaron a bajar las maletas y a llevarlas al taxi.
En resumen, no volveré a este hotel. Teniendo una relación calidad/precio buena, estos detalles te pueden amargar una estancia, especialmente la maleducada, borde, arisca e irrespetuosa de la recepción. Aquí el cliente es lo último y si puede esta señorita te complica la estancia, en vez de facilitártela, como si te quisiera echar del hotel, de la ciudad y casi del país