Llegamos tarde por la noche (sobre las 21:00), dos chicas nos recibieron, nos ofrecieron un té nada más llegar, fueron muy amables y no nos atosigaron con excursiones etc...
Subimos a la habitación (muy limpia y correcta) y dejamos las cosas, nos fuimos a cenar a una zona donde nos recomendaron en la recepción. Al volver a la habitación nos encontramos con una cucaracha dentro de una mochila y otra dentro de un neceser, hay que decir que eran tamaño XXL.
Bajamos a la recepción, había un hombre que no hablaba inglés, mediante fotos le hicimos entender que queríamos cambiar de habitación, nos ofreció una en la misma planta, pero nosotros le pedimos una en una planta superior. En esta segunda habitación no tuvimos problemas con cucarachas, pero ya no estuvimos a gusto, por la mañana decidimos cambiar de hotel. Las chicas de recepción nos dijeron que lo sentían y que era problema del tiempo y que su jefa nos ofrecía otra noche a mitad de precio, les dijimos que ni gratis, fuimos a un hotel cercano y por 3$ más no tuvimos esos problemas.
El hotel se encuentra en un callejón oscuro por el cual vimos pasar 4 ratas en 1 minuto.
La excusa del tiempo no me sirve, porque hay muchas soluciones para que eso no suceda, y si hay cucarachas en la segunda planta, no me quiero imaginar en la cocina.
Es un hotel calidad-precio recomendable, siempre y cuando no encuentres sorpresa en la habitación.