Pasamos tres noches en este hotel como broche final a nuestra luna de miel. Al llegar al hotel nos recibieron con un té y nos explicaron las excursiones que podíamos hacer, nos dieron un mapa del hotel y nos dijeron dónde es mejor para hacer compras, etc.
La primera noche fue genial, la habitación era enorme, el baño y todo estaba muy limpio y el hammam en la habitación era muy romantico. Tenian muchisimos detalles como jabones diferentes, toallitas, esponjas, zapatillas, albornoz, agua gratis diaria...
Compramos unas galletitas el segundo día y las dejamos en mi mesita de noche.... a la mañana siguiente, cuandos nos levantamos, todas las hormiguitas que estaban cereca de la ventana ahora estaban en mi mesita, dentro de las galletas y en la cama!! Como no nos daban mucho asco, lo comunicamos a recepción para un cambio de habitación si era posible o en caso contrario que limpiasen muy a fondo la habitación. Estaban a tope, asi que limpiaron (pero ya nos dimos cuenta de que estaban por todas partes!). En cualquier caso, el hotel estaba MUY limpio.
El desayundo, en la azotea estaba bien, habia bastante variedad, aunque es verdad que la comida es demasiado oriental. Estaría bien unos croisant o alguna cosilla más europea.
La situación inmejorable. A un paso caminando del centro histórico (mezquitas) y la verdad que puedes ir caminando a todas partes.
El personal atento y siempre dispuesto a ayudarte.
Como os digo, tuvimos ese pequeño problema pero en general fue una buena estancia. El hotel es más bien un B&B pero solo para descansar y desayunar está bien.