Hoy he llegado de pasar 4 noches en este hotel. El primer día nos dieron una habitación enana, no podíamos abrir ni la maleta, por lo que decidimos que nos la cambiaran; nos pusieron mala cara pero conseguimos cambiarla. Nos dieron otra menos cutre, pero el botones, un tío moreno de unos 33 años, que no nos ayudo ni con las maletas y resto de días ni nos saludaba; es decir, un chulo y amargado que no merece trabajar en ese hotel.
Preguntamos por un plano y nos lo querían cobrar porque era en español. Al final conseguimos uno en inglés.
Las habitaciones están fatal insonorizadas. Y el último día nos querían cobrar 2 aguas que no habíamos consumido. También trataban de timar a otra pareja de españoles que salían a la vez que nosotros.
Los clientes pagamos para ser bien atendidos y no merecemos ese trato. Las almohadas son muy incómodas. El hotel tiene buena ubicación y los desayunos están bien aunque falta fruta; el zumo de naranja natural lo cobran.
No volvería nunca a este hotel los hay mucho mejores en la zona, por ejemplo el Crown Plaza.Más
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