El día de hoy entramos por primera vez a un KFC, el de la séptima con 33, queríamos comprar un combo para llevar, solo faltaron 10 minutos mientras esperábamos el pedido para decidir regalar lo que acabamos de pagar, no podíamos creer cómo un establecimiento de comida tiene permiso para funcionar asi con los más mínimos protocolos de higiene y más aún en nuestra actual realidad de pandemia; en la zona donde se recogen los pedidos, una de las empleadas tenía consigo un paño que literal no podía estar más sucio, con el no solo limpio el meson, el piso, empujó sobras dentro de la caneca de la basura, recogió la gaseosa regada para luego escurrir el paño en la misma rejilla del dispensador y como si fuera poco, empezó a limpiar luego las bandejas ya usadas por otros usuarios y las enfilo de inmediato para que colocaran nuevos servicio de comida encima de ellas, solo de recordarlo me dan nauseas, por eso tome la decisión de compartir tan mala experiencia, ni ahora ni nunca se puede permitir que esto pase en un sitio de comida, espero que los dueños de la franquicia lean esto y tomen acciones, por el respeto y salud de los clientes, hay que educar a los empleados.