A la llegada, se puede ver la fachada del hotel muy sucia, incluyendo la terraza del habitación.
Durante el check-in, sólo había una persona y tuvimos que esperar a que terminase con unos papeles (no es gran problema,pero después de muchas horas de viaje se hubiera agradecido más agilidad).
Lo peor de la estancia fue la habitación, la insonorización es muy mala y se escuchaba nítidamente el tráfico de la calle lo cual hacia difícil dormir por la noche, sobre todo cuando intentas dormir temprano (sigue habiendo mucho tráfico) para madrugar para la excursión.
El colchón de la cama es de calidad media-baja.
Un día tuvimos que pedir gel de baño porque no lo pusieron.
Fuimos a pedirle al conserje ayuda para reservar el Spa y lo único que hizo fue darnos el teléfono.
Fuimos a cenar al restaurante del hotel, éramos los únicos, pedimos dos platos, y se les olvidó uno de ellos. Nos fuimos sin cenar.
Otro día pedimos comida a la habitación,una simple hamburguesa, la calidad era bastante pobre.
Al checkout, bajamos las maletas nosotros mismos desde la habitación, el lobby, hasta el taxi. Nos cruzamos con varios trabajadores,nadie se ofreció a ayudarnos.
Lo único bueno fue el desayuno.
La ubicación no la recomiendo, no está, ni en el centro ni muy cerca de las pirámides, pero los taxis son muy baratos y hay Uber, no fue un gran problema.