Estuvimos del lunes 25 al 30 de Julio en el hotel. Pese a ser una temporada con mucho frío, la infraestructura del edificio es increíble, manteniendo una temperatura muy agradable a toda hora. En la habitación, nunca te enteras de lo frío que está afuera. El sonido de las aves, y la vista al lago son impagables.
Sobre la atención, 10 de 10. Siempre preocupados de atender bien al pasajero. En la zona de los espacios comunes del hotel, donde tomas desayuno, hay siempre café y té, disponibles para relajarte y reponer energías después de un día de paseo.
Quizás el único "pero" podría ser mejorar la cobertura WiFi dentro del hotel, ya que la señal de las compañías de telecomunicaciones no es la mejor, la WiFi sería la única forma de comunicarse con los familiares, pero si se piensa bien, es una excelente forma de desconectarse se la vida diaria y disfrutar de lo bello que es el lugar.
Espero poder alojarme en la Tiny House en la próxima visita. Lo recomendaría al 100%