Por empezar Paula nos aceptó la reserva sin pedir una garantía, considerando que era dificultoso hacer una transferencia bancaria. Que alivio! Con sus instrucciones llegamos a la entrada que es por casi un kilómetro de ripio hasta el portón. Después de estacionar el vehículo uno se introduce por un bosque encantado hasta llegar a unas lagunitas y el edificio construido en madera. Paula nos presentó las hermosas instalaciones. Una calidez y una limpieza raramente vístas! Desde las habitaciones bien diseñadas, al comedor con estufa a leña encendida, hasta el living donde se llega por una escalera de madera. Nos dejó el desayuno preparado ya que teníamos que salir temprano y fuimos a cenar en un restaurante cercano que ella nos recomendó. Experiencia inolvidable!!!

Paula eres estupenda, tu atención hace que uno se sienta como un rey,
recorrimos casi 4000 kilómetros y sin duda es el mejor lugar en que
dormimos y desayunamos. tienes un diez sobre diez. Si volvemos a Chile
de nuevo seguro que te visitaremos. Con cariño Pablo Rosario y Antonia