Simplemente nos encantó. Los domos son exquisitos, nos quedamos en el más pequeño, están completamente equipados, nos quedamos en abril, hacía frío, pero con la bosca adentro estábamos calentitos. Una muy buena experiencia para desconectarse, los domos están ubicados en medio de un bosque nativo, naturaleza por todas partes. La tinaja exquisita, nos baños de día y de noche (llevar linterna). El parque queda muy cerca y también es hermoso. Sin lugar a dudas volveríamos. Ojo que no hay señal de teléfono (un poco de entel) y obvio tampoco conexión a internet. El domo usa energía solar así que no alcanza para cargar los celulares. Una conexión con el mundo una radio, pero es perfecto para descansar, relajarse y desconectarse de la ciudad. La atención excelente también, Fabiola es muy amable y preocupada, nos fue a buscar a Puerto Montt y a dejar de vuelta al aeropuerto. Totalmente recomendado.