En su momento fue un gran hotel, he ido innumerables veces en estos último 25 años, se vino abajo, sin mantenimiento, la comida lamentable, el desayuno pasable y el entorno es soñado, frente a la playa y al Volcán Osorno, Lago Llaquihue. Las cabañas están un poco mejor que el hotel. Teníamos la estadía para marzo y al llegar nos avisaron que se había roto la caldera del agua caliente y por eso fuimos al Hotel Germania.