Un buen lugar para alojarse en Temuco, bien ubicado cerca del centro, enfrente del Cerro Ñolol, con una excelente vista desde su cumbre de todo Temuco.
El Hostal es muy limpio, muy buenas habitaciones, todo impecable y cuidado hasta el último detalle. Muy tranquilo, se puede descansar bien, en sus amplios sommiers.
Atendido por la familia propietaria, gente muy cálida y atenta.
Desayuno americano, bueno.
Cochera, cerrada.
Recomendable, relación precio calidad y atención.