Ubicado en el centro de la ciudad y en la misma cuadra del terminal de buses de Valdivia. El recinto cuenta con estacionamientos propios y cabañas de madera muy acogedoras. Fácilmente podría reservar alguien que lleve un coche de bebés o silla de ruedas, ya que, cuenta con un acceso con una rampa y cabañas en el primer piso.
Los precios están en el promedio del sector, pero muy baratos en comparación a algunos que ofrecen casi lo mismo. Buena relación precio calidad. El sector es bastante transitado, pero en la noche no se genera mayor ruido. Queda muy cerca del río calle calle y se puede ir caminando a la feria fluvial de la ciudad, al supermercado, entre otras cosas. La locomoción colectiva queda en la esquina.
Fuimos en un viaje de familia con una niña de 3 años y no hubo problemas para acomodarnos.
Lo malo es que no cuenta con cocina, solo hay un microondas. Además cuenta con termo eléctrico para las duchas por lo que hay que estar pendiente de conectarlo unos 45 minutos antes.
Cuenta con televisión satelital, ducha con tina, un futón en el living comedor, una mesa y cuatro sillas.
El dueño nos permitió dejar las maletas el último día que estuvimos en Valdivia después del check out, aproximadamente hasta las 7 PM. Personas muy amables.