Partiendo porque está ubicado en un bello edificio patrimonial frente al parque Forestal y en su interior, perfectamente decorado, con una estética fresca y moderna, lo que lo hace muy atractivo para quedarse.
Los helados... los mejores que he probado en Santiago. Artesanales, al perfecto estilo milanés, veganos y sin gluten. Esto último no es menor, ya que disfrutas de un excelente helado en cuando a la relación calidad-sabor y no sufres las consecuencias del resto de los helados con leche que de dejan esa leve pesadez y que por lo demás, prima la cremosidad por sobre el sabor elegido.
Tienen muchas variedades: pistacho (fabuloso), manzana-cedrón, durazno, chocolate, melón-tuna, frutilla-albahaca, plátano, nuez, entre otros.
En resumen, uno de los helados más “puros” en cuanto al sabor, que he probado.
Es un MUST para los amantes del buen helado artesanal.