El Hotel es precioso, una casona antigua de Valparaíso, muy bien restaurada, con finos detalles y hermosa decoración. La habitación amplia y cómoda con vista al puerto. En general todos los espacios (comedor, estar, terraza, piscina, etc.). tienen muy buena vista al puerto.
La cena en la terraza, con música en vivo y el puerto iluminado, lo máximo !!!

Fui con mi Tío al restaurant, y no pudimos quedar más maravillados con la atención, sobre todo con Dania, es una persona muy atenta, amable, dedicada, informada y dando muy buenas recomendaciones y una experiencia 10/10, de hecho se notaba porque los demás comensales preferían hablar con ella a que con el Garzón, porque su capacidad de resolver dudas es genial!
De verdad que MIL FELICITACIONES para Diana, un amor de persona y muy buena trabajadora.

No fuimos al hotel sino al restaurante. Lindo el lugar, muy agradable. Un poco reducida la carta y caro para lo q es pero bueno. Pedimos el lomo con papas fritas que ademas trae un pure de berenjenas. Tengo que admitir que sin gustarme las berenjenas, el pure era espectacular. Los platos no son grandes pero la vista de la terraza que es increible compensa.