La verdad es que mi estadía fue corta, sin embargo tanto la recepción como el tiempo que estuve en el fue maravilloso...
De una arquitectura antigua, se nota una casa a la cual le han hecho modificaciones tendientes ha hacer tanto el exterior como el interior del Hotel agradables a la vista... El interior y por sobre todo el Lobby y comedor son un reposo para el Alma ya de solo entrar... La terraza es un lugar al cual le pondría un poco mas de cariño ya que ofrece una espectacular vista panorámica del puerto... Tal vez unos sillones y algunas plantas serian capaces de crear en ella un lugar y vista mágicos e inolvidables...
La habitación, al menos aquella en la cual me aloje, si bien no tenia una vista bonita (daba hacia un edificio del paseo Atkinson), estaba muy ordenada, limpia y agradable al entrar... Con un par de veladores de madera muy lindos y con un baño con los elementos justos... Tenia una tv pequeña, que poco me importo porque iba a descansar, calefactor electrico, clóset con caja de seguridad... Piso de madera y estilo antiguo por lo que era de una altura mayor a lo hoy tradicional, no pecaba de fría y seca por cuanto a que se tuvo la precaución de escoger colores con una muy buena mano... Extrañe algún detalle decorativo pero que no podría especificar...
Tuve la oportunidad de conversar con los dueños y la verdad sea dicha, me sentí afortunado por ello... Pareja de energía y convencimiento notables de lo que hacen, son precisamente el alma de un ambiente que no solo llama al relajo si no que también carga energías...
El desayuno estaba en su medida justa, no era buffet pero no quedas con hambre. Ese día tenían panqueques junto a la fruta y cafe de grano (gran detalle que valoro mucho)...
Volvería? Absolutamente...
No puedo comparar precios porque tendría que ir a otros en Valparaiso de el mismo estilo para hacerlo... La comparación la podría poner con el que esta al lado pero la verdad es que es imposible hacerlos...