Hotel boutique en paseo Atkinson que me ha dejado enamorada del lugar por su calida atencion, comodidad de las
habitaciones, la vista panoramica de la terraza y un desayuno exquisitoooooo!
Una super atencion, la ubicacion excelente, totalmente recomendable.
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Ubicado en lo alto del cerro Concepción, en una zona de restaurantes y sitios de artesanía, con un estilo inglés campestre, muy bien conservado, instalaciones en su gran mayoría de madera son sólo 6 habitaciones y una azotea panorámica. Atención extremadamente amable y personalizada, buen desayuno (como en nuestra casa) No hay que dejar de ver la exhibición (para la venta) de joyeria artesanal
Hotel muy bonito, súper bien ubicado en Valparaiso. Caminar por sus alrededores es genial para los amantes del Street Art ya que sus calles coloridas están infestadas de grafitis y tiene unas restaurantes muy buenos en los alrededores (i.e. El Concepción). Además, se tiene una vista de la bahía inmejorable y, por la noche, las casas iluminadas en los cerros se ven muy bien, acompañados de una copa de vino en el techo. La atención también fue muy buena, el recepcionista nos brindó buenos datos y se mostró siempre muy amable.
En el aspecto negativo, el desayuno es solo de 9 a 10:30, lo que me parece un periodo bastante corto. El agua caliente demora un poco en salir y no llega a calentar del todo (un poco más arriba de tibia). Y las ventanas son un poco delgadas, así que se escucha todo de afuera
El lugar esta bien ubicado, pero no tiene estacionamiento. Te tira de espalda el olor a viejo cuando entras, las tablas suenan, poca pulcritud, las habitaciones son como de hostal. No volveríamos. Caro para lo que es.
Fuimos por un fin de semana de escapada. Preciosa la vista desde la terraza, habitación muy acogedora, cama cómoda y muy limpio. El desayuno en la mañana con panqueques y café de grano. Además la atención del personal y del dueño fue excelente. El único detalle es el ruido que proviene desde la plaza Aníbal Pinto pero lamentablemente no hay mucho que hacer ahí, no es culpa del hotel, por lo que aconsejo si tienen sueño liviano llevar tapones de oído.
Muy acogedor, 100% recomendable, desde la terraza una hermosa vista de Valparaíso ideal para relajarse, muy cercano a lugares turisticos, además atendido por sus propios dueños, es un hotel boutique completamente ambientado a lo que son las cazonas antiguas de Valparaíso con su arte y sus colores, con muebles del mismo estilo, es conocer Valparaíso de otra forma, estuvimos un fin de semana y todo muy grato y acogedor. El desayuno de tipo continental, con juegos naturales y la atención excelente, siempre con muy buena disposición.
